La banana pegada a la pared, obra del artista conceptual Maurizio Cattelan, fue subastada por 6,2 millones de dólares en la casa Sotheby’s de Nueva York. El comprador, el emprendedor chino de criptomonedas Justin Sun, recibirá junto a la pieza de fruta y la cinta adhesiva que la sostiene en la pared, un certificado de autenticidad de la banana, que debe reponerse cada siete días según las recomendaciones del artista y la casa de subastas.
Contrariamente a lo habitual, Justin Sun se identificó y dejó un mensaje público explicando que la obra no es solo una pieza de arte, sino un fenómeno cultural que conecta el mundo del arte con los memes y la comunidad cripto. Además, anunció que comerá personalmente la banana en los próximos días como parte de la experiencia artística única.
La presentación de la banana en 2019 generó una gran controversia y locura, ya que el público se aglutinaba cada día frente a la obra para hacerse fotografías. La pieza incluso llegó a ser comida por el artista David Datuna como una performance. La obra también se hizo viral en redes sociales, generando múltiples memes y productos con su imagen, como gorras y camisetas.
La venta de la banana ha vuelto a poner en el foco una de las grandes preguntas del mundo del arte: ¿Qué es arte y qué no? Algunos expertos han interpretado la banana como un acto transgresor que se burla de aquel que puede gastar 6 millones de dólares en una pieza de fruta. El artista Maurizio Cattelan explicó que la obra no era una broma, sino un comentario sincero sobre lo que valoramos y cómo podemos jugar dentro del sistema del arte con nuestras propias reglas.
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